«La vida es una mirada rápida que apenas se pierde en los recovecos, dando la magnitud de la brevedad como especie. No obstante, un segundo de cualquier vida nos permite ser geniales, descubrir una verdad oculta o proyectarnos en nuestro querer. Así aprendí que lo más importante en todo los quehaceres era la empatía, el conectar con el otro…» Este libro navega entre "La realidad y el deseo" donde, como escribió Luis Cernuda,
"El tiempo en las estrellas.
Desterrada la historia.
El cuerpo se adormece.
Aguardando su aurora".